sábado, 3 de noviembre de 2018

Reportaje | Flores, árboles y la cultura de la muerte

Hoola!

   ¡Buenas tardes de sábado, calamares! Ya ha terminado octubre y acabamos de empezar noviembre, pero este undécimo mes del año empieza con diversas tradiciones alrededor del mundo. En España, el día 1 de noviembre se celebra el día de todos los santos.
   Dentro reportaje




   El día 1 de noviembre, tiene lugar en España el día de todos los santos. Esta tradición viene de hace más de 1280 años y fue una forma de celebrar a todos aquellos santos que no tenían un día concreto del año.

   Con el paso tiempo, posiblemente por influencia del día de los muertos mexicano (el día 2), este día se ha alargado a recordar a los difuntos, acudir a los cementerios y... ponerles flores.

   Curiosa es la relación flores-fallecidos, puesto que el real origen de dicha costumbre remonta a épocas antiguas en la que los cadáveres se velaban durante días, en los que los cuerpos comenzaban a descomponerse. Esto traía consigo olores desagradables para aquellos que debían lidiar con ellos durante horas. Para intentar camuflar esto, se utilizaban flores. 

   De aquí nace que, aunque ahora tengamos buenas técnicas de embalsamamiento, continuemos llevando flores a nuestros difuntos. Después de todo, ¿no regalamos también flores a nuestros seres queridos?

   Pero no es está la única tradición relacionada con el mundo de la muerte que ha llegado hasta nosotros. También, están los cipreses. Los cipreses, esos árboles de hoja perenne que siempre encontramos en los cementerios. Son estos y no otros por una razón bien simple: sus raíces crecen de forma vertical, no cómo las de otros árboles, por lo que no pueden romper tumbas al extenderse. Pero, sin lugar a dudas, la explicación que daban los griegos para relacionarlo con la pena y los fallecidos era mucho más sentimental: el dios Apolo regaló a uno de sus amantes, Cipariso (ciprés), un jabalina, con la que el joven mató sin querer a su propio ciervo al pretender cazar a otro. Su dolor fue tan grande que le rogó al dios poder llorarlo para siempre. Este le convirtió en un árbol. En un ciprés.

   Está claro que las culturas son muchas y diversas en todo el mundo. Siendo la muerte un tema universal e inevitable, es lógico que también se vea afectada por estás diferencias, no sólo espirituales sino también sociales. Porque la muerte llega. No sabemos cuándo, pero lo hace. No sabemos cómo pero está. Ni las flores, ni los árboles, ni las Coplas de Manrique pueden impedirlo, sólo, en el mejor de los casos, hacer sentir mejor a los que quedan cuando no estamos.

¡Y esto ha sido todo por hoy! ¿Qué os ha parecido este cambio de contenido por el blog? El frío estña llegando para quedarse, así que conseguid unas buenas mantas ¡y leed! Un besito.


Made with a smile

Sayonara

7 comentarios :

  1. Holaaa
    Me ha encantado esta entrada, la verdad es que no sabía lo de los cipreces pero me encanta.
    un bes💕
    m&b

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  2. Muy original esta entrada, me gusta.🙋

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  3. ¡Hola! Interesante información, no sabía de donde venía lo de llevar flores.
    Besos.
    Cdc 💚

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  4. ¡Qué buena entrada! Sobre todo porque no tenía ni idea de lo de los cipreses.
    A mi es un día que siempre me ha gustado, aunque a la vez sea imposible no acordarse de los que ya no están y sentir tristeza, pero recuerdo que siempre era un día para reunirse con la familia materna, porque íbamos a ver la tumba de mi yayo, y luego terminabamos comiendo con una de mis tias y mis primas, así que era un día muy familiar, y eso era genial. Ahora ya no es así, pero seguimos yendo al cementerio, sobre todo desde que está mi madre, aunque tampoco es el único día que vamos. Soy de las que piensa que no solo hay que visitar un día al año, e intento cumplirlo.
    Besotes

    CDC
    ♥ Amor y Palabras ♥

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